En la Amazonia, falta la presencia del Estado
La grandiosidad de la Amazonia, no sólo en su aspecto territorial, sino principalmente en su diversidad biológica, cultural y social, además de representar su mayor riqueza, es también el mayor desafío que debe vencer Brasil en la búsqueda de un modelo de desarrollo sostenible para la región. La principal arma para enfrentar tal desafío, según los participantes del panel “Desarrollo Sostenible de la Amazonia”, en la Conferencia Internacional 2008 do Instituto Ethos, es la capacidad de los actores de dialogar con humildad con las comunidades locales, detenedoras de los conocimientos necesarios a la preservación de un ecosistema vital al equilibrio ambiental del planeta.
El debate, moderado por Adriana Ramos, coordinadora para la Amazonia del Instituto Socioambiental (ISA), contó con la participación de Adalberto Veríssimo, investigador senior del Instituto do Homem e Meio Ambiente da Amazônia (Imazon), Júlio Barbosa de Aquino, vicepresidente del Conselho Internacional dos Seringueiros, Edson Ricardo Cunha, de la Petrobras en la Amazonia, Orlando Lima, director del Departamento de Desarrollo Sostenible de la compañía Vale, y el biólogo y empresario Roberto Waack, presidente de la Associação de Produtores Florestais Certificados da Amazônia (PFCA).
El rápido historial de la actividad económica en la Amazonia, que hizo Adalberto Veríssimo, muestra que hasta ahora los modelos de exploración de los recursos naturales de la región son responsables, desde el ciclo del caucho, hasta el más reciente avance de la frontera agrícola, de una pérdida de más de 700 mil kilómetros cuadrados de floresta. A excepción de algunos bolsones aislados de desarrollo, esos modelos vienen, en general, provocando conflictos sociales y desagregación en las comunidades locales. Además de eso, el desbosque en la Amazonia Legal responde por el 60% de las emisiones brasileñas de gases causadores del efecto invernadero, un cuadro que corre el riesgo de agravarse más aún con el crecimiento de la producción de biocombustibles.
Entre los desafíos para el desarrollo sostenible de la Amazonia, según Veríssimo, están la creación de infraestructura, la reforma agraria y especialmente la priorización de inversiones en la región. Destaca que las medidas anunciadas por el gobierno, por medio del Plano Amazônia Sustentável (PAS), son muy tímidas en relación a los retos que involucra la cuestión. “No se puede hablar en centenas de millones, sino en miles de millones de dólares para resolver los problemas de la Amazonia”, dice.
Las buenas noticias que expone el investigador son el crecimiento del mercado verde, el diálogo intersectorial que ocurre actualmente, el aumento de las áreas protegidas y el control del crédito para la actividad productiva. Uno de los principales esfuerzos del gobierno brasileño en el momento, debe ser la implementación efectiva de la presencia del Estado en la Amazonia, para suplir las necesidades de infraestructura de las poblaciones locales. Ésta ha sido una opinión unánime entre los integrantes de la mesa.
Júlio Barbosa Aquino, cauchero y fundador del Conselho Nacional dos Seringueiros, considera que la ordenación de la ocupación de la tierra es punto central de la cuestión, aunque admita que no hay un modelo ideal para la exploración de la biodiversidad amazónica todavía. La zonificación ecológica-económica ya ha sido implementada en el estado de Acre y debe extenderse a todos los Estados de la Amazonia, destaca.
Otra condición esencial es el diálogo con las organizaciones sociales. “Sin la participación de los movimientos sociales que actúan en la región, no será posible desarrollar la Amazonia de forma sostenible”, considera. Citando como ejemplo la historia de los caucheros, Aquino explica que, antes de la falencia total del modelo exportador del ciclo del caucho, las comunidades formadas en torno a los seringales no lograban desarrollarse. “Sólo hasta cuando tuvimos que trabajar solos, en modelos cooperativos, fue posible avanzar”, dice.
En su exposición, el biólogo y empresario Roberto Waack reforzó las dificultades representadas por la ausencia del Estado en la Amazonia. Entre las consecuencias de esa realidad, están la situación caótica de la cuestión agraria, la corrupción practicada por las oligarquías políticas, la ausencia de leyes que reglamenten la concesión forestal, la falta de una educación contextualizada – que atienda a las especificidades de la economía local – y el monitoreo deficiente de las actividades económicas.
El director del Departamento de Desarrollo Sostenible de la compañía Vale, Orlando de Lima, relató en el panel, la experiencia de la empresa con sus proyectos en la Amazonia. El objetivo de la Vale es implantar mecanismos de actuación que trasciendan la exploración económica, explica. “Pretendemos quedarnos en la Amazonia por más cien años y, al salir, queremos que las comunidades estén aptas a continuar desarrollándose. Para lograrlo, queremos contribuir para una frontera de legalidad y preservación”, destaca.
Edson Cunha presentó el Centro de Excelência Ambiental da Petrobras na Amazônia (Ceap), que monitorea las actividades de producción y transporte de petróleo y gas natural provenientes de Urucu, en el Amazonas. Sostiene que “el Ceap es un instrumento para alianzas estratégicas de la empresa en la región, lo que incluye universidades, instituciones de investigación y organismos gubernamentales y no gubernamentales”. Uno de sus proyectos más importantes es el Piatam (Potenciales Impactos y Riesgos Ambientales de la Industria del Petróleo y Gas en el Amazonas), apoyado por la Financiadora de Estudos e Projetos (Finep) y coordinado técnicamente por la Universidade Federal do Amazonas.
Otro consenso entre los participantes del panel fue sobre el papel del mercado en el desarrollo sostenible de la región. Para Adalberto Veríssimo, el consumo conciente es importante para frenar la devastación, aunque es difícil alcanzarlo. “Por medio de sellos verdes, es posible ejercer actualmente un control más eficiente sobre las transacciones efectuadas en determinados eslabones del mercado, llevando a una reducción significativa de los riesgos”, concluye.
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