La sustentabilidad en el trabajo espera soluciones innovadoras todavía

“El viejo abordaje de las relaciones laborales, basado en el confronto capital versus trabajo, ya no es suficiente para enfrentar los nuevos desafíos de la realidad actual, que exige respuestas más complejas e innovadoras”. Lo afirmó  el secretario nacional de la Central Única dos Trabalhadores (CUT), Adeilson Ribeiro Telles, en el panel “Relaciones de Trabajo para la Sustentabilidad”, realizado en la Conferencia Internacional 2008 do Istituto Ethos. Esa constatación tuvo la adhesión de los demás participantes de la mesa: la consultora de recursos humanos Cristina Nascimento, directora del Espaço Empresarial Gestão de Serviços, la superintendente de Desarrollo Humano del Banco Real, Maria Cristina Carvalho y la moderadora del panel, Anna Maria Medeiros Pelliano, coordinadora de Estudios de Responsabilidad Social del Instituto de Investigação Econômica Aplicada (Ipea).
Según el representante de la CUT, ante la nueva coyuntura del País, de democracia y estabilidad económica, el movimiento sindical abrazó una nueva agenda, al priorizar la pauta del desarrollo. “No hablamos de crecimiento económico, sino de desarrollo con calidad, que es sostenible, promueve la distribución de renta y es capaz de cambiar el cuadro de desempleo e informalidad que vivimos aún en Brasil”, observa Telles.
Al contestar la cuestión planteada por la moderadora del panel en la apertura, sostuvo Telles que para promover el trabajo decente es preciso, de un lado, crear condiciones democráticas de debate y movilización, como la organización de los trabajadores en los sitios laborales, y, de otro, crear mecanismos capaces de inhibir las distorsiones y abusos, como la elevación del nivel de exigencias para empresas que reciben financiaciones públicas. “Una empresa que compra o vende algo que proviene de trabajo esclavo, por ejemplo, no puede recibir dinero del BNDES”, explica.
La nueva agenda de los trabajadores prioriza cuatro grandes trabas al “desarrollo con calidad”: la desigualdad y la concentración de renta; el desempleo; la capacidad del Estado de crear condiciones de desarrollo; y la implementación de la democracia participativa. La Agenda de los Trabajadores para el Desarrollo, tuvo la participación de todas las centrales sindicales, explicó el secretario.
Entretanto, si el diagnóstico de los problemas logró algún consenso en la mesa, lo mismo no ocurrió con las propuestas de solución. La consultora de recursos humanos Cristina Nascimento defendió la tercerización como una opción importante para las empresas que buscan la innovación y la agregación de valor a sus productos o a su marca. Al defender la tercerización, tema que provoca escalofríos en los sindicalistas, la consultora admitió que esa práctica viene siendo adoptada de forma perniciosa, no sólo para los trabajadores, sino también para las mismas empresas.
Relató que son grandes los riesgos para las empresas que tercerizan sólo para reducir costos. Además de estar sujetas a procesos laborales, que muchas veces resultan en indemnizaciones pesadas, tales empresas ponen en riesgo su reputación en el mercado, por contratar a terceros que no responden a las exigencias de calidad. Cristina defiende la tercerización estratégica, en la que la empresa procura en el mercado “aliados capaces de llevar a cabo la tarea con innovación”. Una investigación que se hizo en los Estados Unidos con compañías innovadoras que practican la tercerización, reveló que, para esas organizaciones, el precio de los servicios era el último rubro de la lista de prioridades exigidas de las empresas contratadas.
Consideró Cristina Nascimento que el mayor problema en Brasil es la falta de reglamentación de la actividad tercerizada. El mismo movimiento sindical  resiste fuertemente a la creación de leyes más claras para la tercerización. Adeilson Telles respondió que los sindicatos ya han intentado abrir un debate sobre el tema, pero la idea no avanzó por falta de consenso mínimo. “Tramitan en el Congreso Nacional cerca de treinta propuestas distintas sobre el tema, cada cual más absurda, lo que hace imposible llegar a un acuerdo”, dice.
La superintendente de Desarrollo Humano del Banco Real, Maria Cristina Carvalho, presentó la experiencia del banco en la búsqueda de sustentabilidad en el mundo laboral. Explicó que la iniciativa forma parte de una visión estratégica de la empresa. Las acciones orientadas al cuadro de empleados integran un contexto amplio, y buscan resultados sostenibles en todas las áreas.
El programa del Banco Real, iniciado en 2002, tuvo el objetivo de crear un ambiente de respeto y valorización de la diversidad, con el afán de involucrar a sus empleados en el proceso de cambio. Se crearon comités internos para debatir las cuestiones, sensibilizar y concienciar a las personas. Los resultados fueron animadores: “Actualmente el Banco Real emplea a cerca de 1.200 personas con discapacidades; en 2002 no llegaban a 50. Hubo también un crecimiento significativo en el acceso de mujeres a cargos de liderazgo o gestión. Es muy positivo observar que incluso nuestros proveedores se han  influenciado por las medidas, y adoptaron prácticas de sustentabilidad en sus empresas”.

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