Las empresas precisan ayudar a combatir la pobreza incentivando la economía local


El mercado socialmente responsable gatea. Para crecer, fortalecerse y caminar solo, necesita contar no sólo con el apoyo de las empresas, sino también con políticas públicas específicas. Este fue el panorama del taller que trató el tema "Contribuciones de las Empresas al Combate a la Pobreza", que tuvo lugar en la Conferencia Internacional Ethos 2008.

El taller fue organizado por el Grupo de Trabajo Responsabilidad Social Empresarial y Combate a la Pobreza, resultado de una alianza entre la Fundação Avina, Fundação Banco do Brasil, Instituto Ethos, ICCO, Unisol y Unitrabalho. El grupo fue creado en 2003, con el objeto de establecer una relación clara entre la responsabilidad social empresarial y el combate a la pobreza, además de elaborar estrategias, metodologías y caminos para la acción.

En esos cinco años de actuación, el GT emprendió esfuerzos e iniciativas hacia la generación de trabajo y renta en las regiones Norte y Noreste de Brasil, llevando a cabo, paralelamente, una labor de concienciación y corresponsabilización de las empresas, para  involucrarlas en las posibles soluciones integradas de combate a la pobreza.

En la primera parte del taller, se discutieron las dificultades y oportunidades para la transformación de la economía local. Algunos representantes de las organizaciones del GT presentaron desafíos en las áreas de comercialización, capital circulante, gobernanza de la cadena productiva, gestión y asistencia técnica.

Todos los conferencistas hablaron sobre el reto de la falta de profesionalización y formación técnica de los gestores de los Emprendimientos de Economía Solidaria (EES). "Esa dificultad resulta de opciones equivocadas que hizo Brasil a lo largo de su historia", señala el coordinador del GT, Marcus Fuchs, representante de la Fundação Avina en Brasil para el Sureste y Distrito Federal. Sostuvo que, desde el inicio de la colonización, Brasil optó por conceder derechos humanos a tan sólo una parte de la sociedad. "La consecuencia es que, actualmente no tenemos tantos emprendimientos solidarios capacitados para cerrar alianzas con las empresas", afirmó.

Francisco Mazzeu, director nacional de la red Unitrabalho, considera que el problema puede ser visto como una oportunidad. "Cuando los EES presentan un producto que no tiene calidad o que no responde a la demanda, en vez de excluirlo, la empresa podría ayudar al  emprendimiento a prepararse para atender a la demanda". El desafío es convencer a las empresas de que se trata de una oportunidad para desarrollar ese nuevo mercado. “Mientras los EES sólo venden materia prima, pueden salir de la miseria, pero no de la pobreza”, dijo.

Entre las ventajas de la alianza entre empresas y los EES, se destaca la confiabilidad del negocio. "Por la propia naturaleza del emprendimiento, la empresa acaba adoptando prácticas de responsabilidad social”, explicó Mazzeu.

Tras la presentación de los desafíos, los 74 inscritos en el taller, divididos en grupos, elaboraron una serie de propuestas para contribuir a la creación de un mercado sostenible. Tales propuestas se sumaron a los resultados de todos los demás talleres, paneles y mesas redondas de la Conferencia y estarán disponibles para consulta pública en el portal del Instituto Ethos.

 

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