Louise Emille
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Se analizó en el séptimo panel temático de la CI 2006
el desafío de diseminar mejores prácticas de promoción
del trabajo decente. Se discutieron los caminos para la implementación
de las directrices de la Organización de Cooperación y de Desarrollo
Económicos (OCDE), para las multinacionales, y los retos para el avance
en la aplicación del Pacto de Combate al Trabajo Esclavo.
La socióloga Laís Abramo, directora de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en Brasil, presentó algunos conceptos
creados por la institución y presentes en la Agenda Nacional del Trabajo
Decente. “Se considera trabajo decente un trabajo adecuadamente remunerado,
ejercido en condiciones de libertad, equidad y seguridad, capaz de garantizar
una vida digna”, afirmó la directora del la OIT.
Un empleo decente es el empleo necesario para que las personas tengan una
vida digna, sin exageraciones razonable, según los estándares
básicos de cada sociedad.
Reconoció la socióloga que se puede considerar utópico
el concepto, pero cada sociedad debe definir sus posibilidades y necesidades
y luchar por ellas con tesón. “El trabajo decente es una condición
fundamental para la superación de la pobreza, la reducción de
las desigualdades sociales, la garantía de la gobernabilidad democrática
y el desarrollo sustentable”, declaró.
A pesar de que la agenda propone diversos planes para el combate al trabajo
esclavo infantil, entre otros, no se trata, todavía, de un programa.
Laís Abramo considera posible eliminar esos problemas en un horizonte
razonable.
El presidente del Instituto Observatório Social, Kjeld Jakobsen,
presentó algunas metas y objetivos ligados al trabajo decente, uno
de los cuales es verificar y medir los problemas laborales. Kjeld afirmó
que solucionarlos no es responsabilidad del Instituto, sino presentarlos de
tal forma, que las empresas y organizaciones ligadas al trabajo, como sindicatos,
se empeñen en la búsqueda del trabajo decente.
Caio Magri, gerente de alianzas del Instituto Ethos de Empresas
e Responsabilidade Social, presentó la conclusión del debate
y contrapuso sus argumentos en forma objetiva en el panel temático:
“el crecimiento económico necesita algo más”.
La Agenda Nacional del Trabajo Decente procura demostrar los aspectos que
se deben abordar para que se cumplan las normas internacionales del trabajo,
que se promueva el empleo de calidad, que la protección social se extienda
y se llegue al diálogo social, en que Brasil avanza grandemente en
los últimos años. “Ninguno de esos problemas se resuelve
de la noche a la mañana, por eso, estamos luchando para solucionarlos
en forma organizada y multidimensional”, concluyó Laís
Abramo.